martes, 13 de junio de 2017

Actualización de Descartes (Pregunta 5)


Acercar la duda de Descartes a nuestra sociedad es algo muy interesante. Podemos empezar por cuestionarnos la fiabilidad de los sentidos, observando que existen numeras situaciones en las que estos nos proporcionan información falsa (ilusiones ópticas, problemas de percepción derivadas de enfermedades, etc.).

Luego podríamos plantearnos, como Descartes la dificultad de diferenciar la vigilia del sueño, pero hoy en día conocemos mejor que entonces la naturaleza de los sueños. Gracias a Freud y otros estudiosos sabemos que los sueños son la manera que tiene el inconsciente de representar información que se oculta a nuestra vida consciente. Por eso, para mí sería interesante diferenciar entonces no entre la vigilia y sueño, sino entre la vida fuera del mundo digital y en el mundo digital. Vivimos en una sociedad que ha sustituido la vida privada de las personas (salir a tomar un café con los amigos) por una vida pública, en la que todo lo que hacemos está continuamente colgado en Instagram o tuiteado y compartido en segundos con todo el mundo. Podemos preguntarnos si ese éxito social que aparentemente tienen algunas personas en las redes sociales implica necesariamente que sean felices en sus vidas privadas. Hemos visto casos de personas que publican la fotografía de la comida antes de probarla para hacer ver lo bien que se lo están pasando a los demás. Pero, ¿son realmente felices o viven con una sensacción continua de ansiedad por tener que hacer ver lo bien que se lo pasan?

También en nuestra sociedad actual hay muchos ejemplos de "genio maligno", entendido como una inteligencia que nos manipula y nos hace creer erróneamente que algo es cierto. Los medios de comunicación, la publicidad, los políticos manipuladores y corruptos, los líderes sectarios y populistas, etc. Ante todo este tipo de realidades tenemos que mantener nuestra mirada crítica y cuestionarlo todo, y no aceptar nada que no sea completamente evidente, claro y distinto.

Respecto a los argumentos de Descartes para demostrar la existencia de Dios, parece que hoy en día han perdido mucha vigencia y ya no convencen a muchas personas. Descartes propuso tres argumentos:

• La idea de perfección solamente puede haber sido puesta en mí por un ser perfecto, ya que yo soy imperfecto y no puedo crear la idea de perfección.
• No puedo crearme a mí mismo, puesto que me hubiera creado perfecto y no imperfecto como soy, luego debe existir el ser perfecto que me creó.
• Si la existencia es una perfección y Dios tiene todas las perfecciones, entonces Dios existe (argumento ontológico).

Estas ideas pudieron convencer muy bien en una época en la que estaba ampliamente aceptado que Dios era la fuente de creación, de sabiduría y un ser todopoderoso. Hoy en día, sin embargo, ya no es tan evidente la existencia de un ser creador del universo. Los sucesivos descubrimientos de la ciencia (el origen del Universo en el Big Bang, la Tierra no es el centro del universo, la diversidad de la vida procede de la evolución, etc.) han promovido la mentalidad agnóstica y atea de que no existe tal creación, sino que somos producto de la casualidad. Esto no significa que ya no haya creyentes hoy en día (más bien parece que, al contrario, cada día los creyentes son más fanáticos), pero se ha perdido el interés por "demostrar racionalmente" a Dios. Esto no lleva a pensar que creer en Dios sea algo irracional o absurdo, pero sí que queda reservada al ámbito de la fe y como una opción vital en la cual la existencia de Dios da sentido a un orden moral que sustenta la vida de muchas personas, y que es muy digna de respeto. Aunque ciertamente para el ateo o agnóstico será inaceptable la demostración racional de la existencia de Dios. Tanto la afirmación como el rechazo de la existencia de Dios, sin utilizar la reflexión, puede dar lugar a fanatismos radicales que de hecho están siendo protagonistas en nuestras sociedades.  


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