miércoles, 7 de junio de 2017

Pregunta 3 PAU


3. Justificación del texto desde la posición filosófica del autor. (2,5 puntos)

El sentido de esta alegoría es muy completo y toca aspectos de la epistemología (simboliza la búsqueda del conocimiento), la ética (simboliza la búsqueda del bien), la metafísica (simboliza los tipos de realidad existente) y la política (simboliza la decadencia de la democracia y la búsqueda de la forma de organización social ideal) de Platón.
En cuanto a la epistemología, relata las claves de la salida de la ignorancia como un “ascenso hacia la luz”, difícil y doloroso, pero que conlleva la felicidad de la contemplación de la verdad y del bien.  En cada una de las fases de ascenso podemos observar las distintas etapas:
- mientras se permanece en la caverna estamos dentro del ámbito de la “doxa” (opinión), que se divide en “eikasía” (imaginación), correspondiente a las proyecciones del interior de la caverna y la “pistis” (creencia), que corresponde a los estandartes, los porteadores y el fuego;
- en el exterior de la caverna se encuentra el verdadero conocimiento o “noesis”, en el que se puede distinguir la “episteme” (ciencia) y la “dianoia” (pensamiento), el conocimiento de las ideas.
El conocimiento auténtico solamente puede darse de objetos que no cambien, de esencias, mientras que sobre el mundo que observamos, en el que hay generación y corrupción, solamente cabe la opinión.
El origen del conocimiento de las Ideas puede darse a través de tres caminos: la reminiscencia, el amor y la dialéctica.
-El alma humana conoció las ideas cuando habitaba el Mundo de las Ideas, pero las olvidó al caer en su existencia material. Por lo tanto al observar las cosas imperfectas, podemos recordar (reminiscencia) la idea perfecta de la que éstas son copia. En Platón “conocer es recordar”.
-El conocimiento superior de la idea de Belleza se alcanza a través del amor.
-El conocimiento superior de la idea de Bien solamente es posible a través de la dialéctica.
La diferencia entre estos tipos de conocimiento está marcada también por los tipos de objetos a los que se dirige el conocimiento. De ahí que tengamos que prestar también atención a la metafísica de Platón.
El interior y el exterior de la caverna representan el dualismo metafísico platónico, es decir, la teoría de que existen dos tipos de realidades: por una parte está el mundo de las realidades visibles, materiales y perecederas (“Mundo Sensible” simbolizado por el interior de la caverna) y por otra parte el mundo de las realidades invisibles, inmateriales y eternas (“Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas” que es representado por el exterior de la caverna).
El objetivo de la razón es llegar a conocer el Mundo de las Ideas, que es un mundo perfecto, inmutable, inmaterial y eterno, donde habitan las Ideas o formas que son esencias de los objetos del mundo sensible, los objetos matemáticos (como los números o las figuras geométricas), o también ideas abstractas y perfectas como lo bello, lo justo y lo bueno.
Las Ideas que componen el Mundo de las Ideas son perfectas, inmutables (n pueden adquirir ni perder ninguna cualidad), inmateriales y eternas –en esto se parecen al “Ser” de Parménides-.
El Mundo de las Ideas está jerarquizado, lo que significa que no todas las Ideas tienen el mismo valor. Son más elevadas las ideas más abstractas, de modo que los conceptos filosóficos van antes que los matemáticos y por último están las ideas de las que los objetos concretos son copia. En la cúspide está la idea de Bien, que según explica Platón en la República es causa de la ciencia y la verdad. Metafóricamente, el Bien es el Sol, mientras que la ciencia y la verdad son la luz y la razón respectivamente.
Por otra parte, las ideas no solamente cumplen la función de ser el único objeto de conocimiento auténtico, sino que además son la razón de que existan las cosas del mundo. Las cosas del Mundo Sensible existen por “participación” respecto al Mundo Inteligible, lo que significa que las Ideas sirven como modelo a los objetos del mundo sensible, y de este modo los ordena y da existencia.
El Mundo Sensible es nuestro mundo imperfecto, la realidad material en la que vivimos, que es temporal y perecedera. Su existencia es menos real que la del Mundo de las Ideas, o dicho de otra manera, el Mundo Sensible es una realidad aparente.
Según explica Platón en el Timeo, el Mundo Sensible existe porque una especie de divinidad (el Demiurgo) lo ha creado usando la materia y tomando como modelo el Mundo de las Ideas. Mediante este mito, explica Platón por qué los objetos materiales se parecen de alguna manera a las esencias inmateriales, pero son imperfectos.
 La antropología de Platón también presenta este dualismo, puesto que explica que el ser humano tiene una parte material (el cuerpo) y otra inmaterial (el alma). El hecho de que el alma pertenezca al Mundo de las Ideas permite explicar el conocimiento como “reminiscencia” o “anámnesis”.
El origen del alma es inmortal. Al principio de los tiempos fue creada por los dioses y habitaba en las estrellas. Debido al pecado, se hicieron impuras, se unieron con lo material y se volvieron indignas de vivir en el perfecto Mundo de las Ideas. Fueron arrojadas al Mundo Sensible, donde deben purificarse para volver a ascender al mundo del que proceden.
Así pues, el alma es inmortal: sobrevive a la muerte del cuerpo. Si está purificada en el momento de la muerte, regresará a las estrellas. De lo contrario se reencarna (“metempsicosis” o “transmigración de las almas”) en otro cuerpo, e incluso en el cuerpo de animales.
El contenido de la filosofía teórica de Platón tiene repercusiones respecto a su filosofía práctica, es decir, para su forma de entender la vida privada (ética) y pública (política).
Por ejemplo, la ética trata de responder a qué debemos hacer para ser buenos, purificarnos y alcanzar el mundo de las estrellas. Los comportamientos que atienden al cuerpo y dan rienda suelta al alma irascible o concupiscible impiden la purificación (“katharsis”). Según Platón, el alma es buena cuando los elementos que la componen cumplen con la misión encomendada: el alma inteligible debe ser sabia y prudente; la irascible, tener fortaleza; y la concupiscible, tener templanza. Si cultivamos estas virtudes para cada parte del alma, nuestra alma ascenderá hacia el Mundo de las Ideas.
El camino hacia la sabiduría es inseparable del camino de la virtud, puesto que requiere forzar el cuerpo y renunciar a los placeres sensibles. En esto cumple un papel determinante la educación, que permite curar del error (mediante la ironía socrática) y dirigirse a la luz (mayéutica).
La política de Platón es el centro de su filosofía. Está estrechamente unida a la ética, ya que las condiciones por las que el individuo es justo coinciden con las condiciones que hacen justa a la polis: que cada parte sea virtuosa y cumpla su función.
En la alegoría platónica de la caverna, hemos dicho que el prisionero liberado representa al filósofo que asciende hacia la sabiduría y la contemplación de la verdad. Una vez que están fuera de la caverna, podrían permanecer en la felicidad de contemplar la verdad, pero deciden descender de nuevo a la caverna para avisar a los demás de que viven engañados. Es el deber del filósofo mostrar a los demás cómo liberarse de sus propias cadenas de ignorancia y liderarlos hacia la luz. En la teoría política de Platón, esto simboliza que los filósofos deben gobernar, aunque desprecien lo material y las cosas políticas, porque su deber es ayudar a establecer el orden social perfecto.          
Hasta entonces, las personas que habían gobernado ambicionaban el poder y la riqueza asociados a los cargos. Era necesario que los filósofos, los únicos que conocían la justicia y podían aplicarla, detentaran el poder. De lo contrario volverían a producirse excesos como el cometido contra Sócrates. La organización política más nefasta es para Platón la tiranía, seguida de la democracia, la timocracia, la oligarquía y la monarquía, que sería la mejor forma política si el monarca estaba asesorado por un filósofo (algo que Platón intentó en Siracusa en dos ocasiones, con Dionisio I y Dionisio II).
Dos principios guían la filosofía política de Platón:
-el principio de totalidad: el Estado es más importante que el individuo.
-el principio de especialización funcional: cada individuo debe desempeñar una única función, que es aquella para la que esté mejor dotado y con la que mejor pueda desenvolverse. Para saber dónde encaja cada uno hay que determinar qué tipo de alma prevalece en los individuos, puesto que las virtudes correspondientes serán las más valiosas para cada función. La sociedad está estructurada en las siguientes clases:
A) Los productores, la clase más baja, proporciona los alimentos y medios materiales para la vida. Tienen dinero y propiedades con las que se sustenta el Estado. Su virtud es la templanza. –Almas de bronce o cobre.
B) Los guerreros o clase militar, defiende a la polis de los enemigos. No deben poseer dinero, propiedades ni familia. Viven en barracones comunes y comparten todo, incluso la crianza de los hijos. Su virtud es la valentía. –Almas de plata.
C) Los gobernantes planifican y organizan la sociedad. No poseen riquezas, propiedades ni descendencia. Su virtud es la prudencia y la sabiduría. –Almas de oro.
Con el objetivo de que cada cual cumpla ordenadamente su función hay que prestar atención a la educación. En los guerreros la educación se basa en la gimnástica, la música y la poesía (Ilíada, Odisea…). Las narraciones épicas estimulan su valor y obediencia. En los gobernantes es necesario conocer la filosofía mediante la dialéctica. Se preparan estudiando matemática, armonía (música) y astronomía.
 La dialéctica prepara para la contemplación de las Ideas que permite al filósofo ordenar la sociedad de la manera más sabia y eficaz para conseguir la felicidad en común de la polis. En ocasiones se ha considerado que el pensamiento de Platón es profundamente antidemocrático por lo cerrado de las clases sociales y la limitación en el acceso al poder (este ha sido el análisis de Karl Popper en “La sociedad abierta y sus enemigos”), pero también hay que tener que el continuo cuestionamiento de la verdad establecida y el uso crítico de la razón son herramientas fundamentales para la vida democrática.

No hay comentarios:

Publicar un comentario